Desde el Parador Combate Beach Resort… El Combate… Belleza, hospitalidad y MUY buena comida (Fotos)

Por: Julio Víctor Ramírez, hijo

Playa EL COMBATE, CABO ROJO: Hacía unos años que no me tomaba unos días de descanso “en serio”, desconectado totalmente del trajín diario, y al leer las excelentes reseñas que se estaban haciendo sobre el Parador Combate Beach Resort y las medidas eco-amigables que sus dueños habían tomado para conservar energía y reciclaje en todo el sentido de la palabra, decidí aprovechar allí mi descanso.

Por algún lugar leí que era “el mejor hotel pequeño de todo Puerto Rico”. En un principio pensé que era una descripción ambiciosa, pero al llegar, casi de inmediato pude comprobar que definitivamente se quedaba corta.

Llegamos el viernes en la tarde, después del trabajo y muy amablemente Yuliana nos recibió con una copa de sangría preparada en la casa. No me imaginaba que esa sangría ha sido premiada por varios años consecutivos y que ya había repetido el primer lugar, frente a varias de las mejores sangrías que se preparan en la Isla.

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Don Tomás Ramírez, co-dueño del Parador Combate Beach Resort, nos dijo que el sabor de la sangría la ha hecho muy apreciada y solicitada por los huéspedes y el público en general.

La habitación hermosamente decorada y que de entrada dio una sensación de relajación. Como expliqué al principio, con una conciencia de conservación y reciclaje. Tan estricta, que está prohibido fumar en las habitaciones y en las áreas comunes, como el lobby y el front desk, y si alguien lo hace, hay un cargo automático de $250 a la habitación del infractor. De hecho, para los fumadores hay un área designada.

Regresando en la noche de conducir el programa Con Base y Fundamento (WKJB 710), nos esperaban en  Santos Bar & Restaurant, frente a la plazoleta de El Combate. Al llegar estaba lleno. Buena señal. Las meseras, encabezadas por Andrea, nos recibieron amablemente y se esmeraron en darnos un servicio más que excelente. Les recomiendo el mofongo relleno de langosta al ajillo. Lo he comido rico en otros lugares, pero en Santos “botaron la pelota”. Riquísimo. Lo más importante, aparte de la calidad de la comida, el amable servicio garantiza el regreso.

Al día siguiente, en el Parador Combate Beach Resort nos recibieron con un delicioso desayuno, que diariamente se sirve de 7:30 a 10:30 de la mañana en el XABORES Cyber Café.

Listos para la aventura, nos dirigimos al área de las salinas de Cabo Rojo, en el lugar que le da el nombre al pueblo.

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En el Centro Interpretativo Las Salinas de Cabo Rojo, que es operado por la organización conservacionista Comité Caborrojeños Pro-Salud y Ambiente, Heriberto, quien es voluntario en el Centro, profesor y estudiante de Maestría en Zoología, nos explicó que la extracción de sal en Cabo Rojo es la industria más antigua de Puerto Rico, trabajándose de forma ininterrumpida desde 1511 hasta el día de hoy. Claro, sin contar que desde la época precolombina, nuestros indígenas sacaban sal de ese lugar.

Pero eso es tema para otro reportaje que estaremos publicando próximamente.

Fue un día de mucha diversión en las salinas y el Refugio de Vida Silvestre, pero al mismo tiempo de mucho aprendizaje.

Dato interesante es que a un año y poco más de un mes del azote del destructivo huracán María, toda esta zona de Cabo Rojo está recuperada, trabajando a capacidad y lista para recibir turistas y visitantes.

Ya en la noche, fuimos recibidos en el restaurant World Cup Bar, en Boquerón, por el amigo Eldin Mora Camacho y su esposa Dallanet Vega. Su mesero Albert Matos Quiñones se desvivió en atenciones. Su limonada sin azúcar le quedó espectacular.

Nos dijeron que no dejáramos de probar los “nachos”, pero lo confieso, soy “jamberguero”. Y vi algo en el menú que decía “VIP Burger”, Albert nos explicó que era una hamburguesa de 8 onzas, con un queso verde hecho en la casa, bacon, ensalada, pan artesanal y los onion rings más grandes que he visto en mi vida. El hamburger era tan grande que venía ensartado en un cuchillo.

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Nuestra pregunta a Albert: – “¿Cómo nos comemos esto? Porque la boca no abre tan grande para darle un “ñaqui”.

Nos respondió: – “Pícalo por la mitad con el cuchillo y te lo comes de lado”.

En eso, salió el chef Kelvin Moreno para ver si nos gustó el VIP Burger. Un joven talentoso y orgulloso de su trabajo, que cocina al ritmo de la música. Nos confesó que la música es la que le da el ritmo y el “timing” para cocinar.

La conversación con Kelvin, Albert y con Eldin, que también organiza el famoso evento de ciclismo Las 100 de La Parguera y otros eventos de ese deporte; nos hizo perder la noción del tiempo, al extremo de que cerramos en negocio con ellos.

De vuelta al Parador Combate Beach Resort, amanecimos el domingo con otro excelente desayuno y una grata conversación con Don Tomás; para luego caminar por las veredas de “hiking” del Refugio de Vida Silvestre y la zona de la playa de El Combate y Puerto Angelino.

En resumen, una experiencia grata, inolvidable y sobre todo RECOMENDABLE para que pongan a El Combate en su agenda de turismo interno y de aventuras por la isla.