SAN JUAN: Un proyecto de Ordenanza fue presentado por el presidente de la Legislatura Municipal de San Juan, Marco Antonio Rigau, junto a otros legisladores municipales, y busca actualizar reglamentación relacionada a la intervención policíaca con personas por posesión de cannabis para uso personal en la Ciudad Capital.
“Nuestro propósito es el que los policías municipales de San Juan puedan dedicarse a atender asuntos de mayor envergadura respecto a la seguridad ciudadana. De esta manera maximizamos nuestros recursos humanos y nos unimos al éxito que han tenido otras jurisdicciones de los Estados Unidos y países del mundo, en dónde se ha demostrado, y ha sido confirmado con estudios y validado en estadísticas, la efectividad de un enfoque no punitivo respecto a la manera en que se atiende la posesión para uso personal de cannabis”, expresó Rigau.
El Proyecto de Ordenanza Núm. 14, Serie 2018-2019, establece que la Policía Municipal de San Juan, referirá a la Policía estatal todo caso en donde una persona posea para consumo propio una onza o menos de cannabis, cualquiera de sus derivados o parafernalia, siempre que no exista venta.
“Este municipio tomará las medidas de política pública necesarias, dentro de los poderes conferidos, para distanciarnos de políticas obsoletas reconocidas así internacionalmente, como las que todavía existen con relación al uso de sustancias controladas. Promoviendo la despenalización de ciertas drogas como el cannabis (tendencia de gran éxito mundial), y siendo responsables en la manera de evaluar e implantar las necesarias para Puerto Rico, en este caso en San Juan”, añadió Rigau.
Alegó Rigau que países como España, Rusia, Italia, los estados de Illinois y Kentucky, son “ejemplos de cambios del enfoque de uno represivo a uno encaminado a la descriminalización a través de la rehabilitación”. Dijo que siendo esta una alternativa a la privación de libertad por delitos relacionados al cannabis lo que ha ayudado en muchos países a que se alivie el sistema judicial y penitenciario y a reducir las tasas de criminalidad. “Ya que las penas son más de carácter económico o social como lo es el servicio a la comunidad o multas”.
Otro ejemplo es el dato que entre los años 2001 y el 2010, hubo 7 millones de detenidos por posesión de marihuana en los Estados Unidos, el equivalente anual a una redada cada 37 segundos.
Rigau comentó que se proyecta que la mayor parte de los países avanzarán hacia un modelo despenalizador, en donde la posesión de marihuana para consumo propio será penada como falta leve y no enjuiciada por vía penal.
En septiembre del 2018, la Fiscalía del Distrito de Manhattan adoptó un cambio en política pública sobre la marihuana, y ya no proseguirá casos de posesión o consumo de cannabis. Sólo tiene dos excepciones con la intervención: las causas contra vendedores y contra aquellos que hayan probado ser una amenaza para la seguridad y la salud pública.
Los arrestos por posesión o consumo de marihuana descendieron en un 96 por ciento en octubre de este año, en comparación con el pasado año, sólo 21 casos versus los 540 del mismo mes en 2017. Las lecturas de cargos también descendieron en un 94 por ciento en octubre, con 28 casos versus los 465 de octubre de 2017.
Declaraciones escritas citaron el “Informe Mundial de Drogas 2018: crisis de opioides, abuso de medicamentos y niveles récord de opio y cocaína”, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que destaca que la marihuana fue la droga que más se consumió en el 2016: 192 millones de personas la consumieron al menos una vez en el último año. El número de consumidores de cannabis en todo el mundo sigue aumentando y parecería haberse incrementado en aproximadamente 16 por ciento en el decenio que término en el 2016, lo cual está en consonancia con el aumento de la población mundial.
En el 2016, la cantidad de “pasto” incautado en todo el mundo disminuyó en un 27 por ciento. Esa disminución se reflejó especialmente en América del Norte, en lo cual podría haber incluido la disponibilidad de cannabis medicinal en muchas jurisdicciones y la legalización la marihuana con fines recreativos en varios estados de los Estados Unidos y Canadá.
