PONCE- En la comandancia regional de la Policía en esta ciudad, se halla detenido para investigación el joven Carlos Josué Acosta Torres, sospechoso de asesinar al niñito Jafdiel Hernández Santiago, en medio de un tiroteo surgido el pasado fin de semana frente al residencial público El Cemí de Coamo. Otros 2 menores lograron salir milagrosamente ilesos, pero la madre del bebé fue alcanzada por un proyectil que la hirió en un glúteo. Durante un informe preliminar ofrecido por la alta oficialidad de la Uniformada a la Cadena Radial WKAQ-580, se supo que el sujeto bajo pesquisa está siendo entrevistado por el Fiscal Francisco Sánchez, Jefe de la Fiscalía de Distrito ponceña.
Los hechos que han conmovido a la opinión pública tuvieron lugar en momentos que el infante Hernández Santiago, se hallaba cerca de un pariente identificado por el apodo de «Macuto». Las autoridades presumen que los disparos que cegaron la vida del niñito de solo 2 años, iban dirigidos al tal «Macuto», pero ese ángulo es objeto de averiguaciones por la personal de la División de Homicidios del CIC.
No se descarta que el Negociado Federal de Investigación (FBI) se una a la Policía en el esclarecimiento de un crimen que no tiene justificación. Allegados al sospechoso Acosta Torres, también residente en Coamo, no creen la versión que vincula al joven con la balacera y muerte del niño Jafdiel Hernández.

Aparentemente agobiada por problemas emocionales ya que alegaba haber sido molestada sexualmente por una persona allegada a ella, la joven universitaria Ashley Villasan, residente en Texas, tomó la fatal decisión de privarse de la vida durante el pasado fin de semana. Ashley, de 18 años de edad, expresó la intención de suicidarse en alrededor de 144 ocasiones, pero nadie la tomó en serio. Portavoces de la Policía texana indicaron que la estudiante fue encontrada asfixiada pero no dieron otros detalles.
Con epicentro localizado inicialmente cerca de las Islas Vírgenes nortemericanas, la Red Sísmica del Caribe reportó cuatro sismos este sábado en horas de la tarde y la noche, pero los remezones no dejaron daños estructurales ni lesionados. Uno de los temblores fue sentido en la zona metropolitana de San Juan, registrando intensidad de 3 grados en la Escala Mercalli. Como detalle curioso, en Puerto Rico se registran más de 2 mil movimientos telúricos anualmente, algunos de estos imperceptibles.







