CABO ROJO: El hallazgo de una caja de fósforos a medio quemar, pudiera ser la clave para establecer si hubo mano criminal en el incendio que esta semana se desarrolló en terrenos colindantes al Faro de Cabo Rojo y que dejó daños estimados en $350 mil, en unas 10 cuerdas de terreno, aunque las llamas no alcanzaron a la histórica estructura. Flora y fauna quedaron severamente afectadas por el siniestro sucedido el jueves a eso de las 11:30 de la mañana.
Este incidente, el segundo en menos de un mes, requirió la intervención de Bomberos estatales, Unidades del Servicio Federal de Vida y Pesca Silvestre y del Departamento de Recursos Naturales. Ya anteriormente, el pasado 27 de febrero, los bomberos adscritos a las estaciones de Cabo Rojo y Boquerón, lograron controlar un fuego forestal de gran magnitud.
En esta ocasión, el personal dirigido por el Comandante Pedro Rodríguez Garnier, a cargo de la zona de Mayagüez, se movilizó rápidamente para proteger vidas y propiedades. Incluso, bañistas que disfrutaban en la playa cercana al Faro, debieron abandonar el lugar por motivos de seguridad.
Por otro lado, Angel A. Crespo Ortíz, Jefe del Servicio Estatal de Bomberos, indicó a la Prensa, que luego de controlar las llamas, varios bomberos hicieron un recorrido por el área donde se ubicó el origen del fuego, detectando la caja de fósforos.

PONCE: Con un golpe en el cráneo y tirado cerca de la piscina de la hospedería que se encuentra cerrada desde hace bastante tiempo, fue hallado el jovencito Raineiro Abreu de 18 años, cuyos familiares residen en esta ciudad. Indica la versión preliminar de la Oficial de Prensa Luz L. Morell Ramos, que el occiso fue localizado el viernes a las 3:37 de la tarde, en el interior del Hotel Intercontinental que ubica en el sector El Vigía de la Perla del Sur.






