[COLUMNA] El gran dilema del Turismo: Alcanzar la sostenibilidad en medio de una anarquía destructiva

Por: Tomás Ramírez, MS. para LA CALLE Digital

Las capacidades turísticas de Puerto Rico están siendo atacadas por el desorden desde múltiples ángulos, amenazando nuestra capacidad de continuar creciendo y expandiendo responsable y sosteniblemente.

Recientemente, hemos sido testigos del abandono y los ataques brutales a nuestras maravillas naturales en Aguadilla, Rincón, Cabo Rojo, Salinas, Guánica, y La Parguera, para mencionar algunas.

También escuchamos a un legislador municipal y un pequeño grupo de comerciantes de San Juan oponerse al recién promulgado Código Municipal de Orden Público, por los nuevos requisitos y restricciones aplicables a las empresas que venden bebidas alcohólicas, practica que ha sido efectiva para controlar la criminalidad en muchas otras jurisdicciones. 

Mientras tanto, un legislador estatal y varios inversionistas del sector turístico reclaman que todos debemos “JUGAR PARA EL EQUIPO”.

Entonces, al ver estos y otros eventos recurrentes, debemos preguntarnos: ¿Para qué equipo juegan estas personas o a qué equipo se refieren?

Como empresario local del sector turístico, impulsamos el crecimiento continuo del turismo sostenible, en beneficio de todos los habitantes, comunidades, y empresas en los 78 municipios.

Durante los últimos cinco años, bajo el liderazgo innovador de Discover Puerto Rico (nuestro DMO) y la Compañía de Turismo, hemos disfrutado de un crecimiento exponencial en la actividad turística, convirtiéndonos en el ejemplo norteamericano para la recuperación postpandémica, al alcanzar cifras récord en viajeros no residentes que inyectan anualmente más de $8,500 millones a nuestra economía y emplean a más de 93 mil personas en el sector. Hoy todos los municipios incluyen el turismo dentro de sus principales estrategias de desarrollo económico.

Simultáneamente, esta historia de éxito ha atraído al sector a decenas de personas irresponsables y sin escrúpulos, creando desafíos significativos para nuestra gente, y requiriendo la intervención inmediata de las agencias gubernamentales pertinentes.

Entre estos, florecieron miles de actividades comerciales y alojamientos sin los permisos y licencias correspondientes, junto al crecimiento significativo de la gentrificación, crímenes ambientales, actividades ruidosas, y la disposición inadecuada de los desperdicios sólidos. Además, hemos visto un aumento en los accidentes y delitos graves involucrando a turistas, mientras que se ha reducido considerablemente la efectividad de la recaudación de impuestos.

Puerto Rico cuenta con las leyes, reglamentos y ordenanzas para abordar estas y otras brechas conocidas. Desafortunadamente, nuestro proceso legislativo está fuertemente influenciado por intereses poderosos, mientras que el 85 por ciento de los operadores turísticos son pequeñas empresas; nuestras agencias de fiscalización y reglamentación se han debilitado gravemente; y el sistema de justicia es lento, burocrático, y disfuncional a la hora de investigar y enjuiciar actividades ilícitas relacionadas con el turismo. Esta combinación ha fomentado un ambiente de anarquía e impunidad, beneficiando a unos pocos privilegiados.

Nuestro archipiélago es un destino turístico inclusivo, amigable, y diverso, con miles de atracciones y restaurantes extraordinarios. También le damos la bienvenida a todos los inversionistas responsables y contamos con los sistemas para incentivar la nueva inversión de capital que necesitamos.

Hoy en día, el turismo se ha convertido en una de nuestras estrategias clave para generar actividad económica y crear nuevos puestos de trabajo a corto y mediano plazo. Por lo tanto, debemos proteger nuestro patrimonio y seguir amplificando el desarrollo turístico.

Por lo tanto, nuestro llamado es simple. Es imperativo que todos – la industria, academia, gobierno, municipios, y las organizaciones comerciales y sin fines de lucro – nos unamos colectivamente hacia un objetivo común: mejorar nuestro nivel de juego turístico mediante el fortaleciendo nuestros atractivos y la calidad del servicio, financiando adecuadamente a nuestro DMO, y elevando el nivel de cumplimiento reglamentario, siempre enfocándonos en el bienestar común de todos nuestros residentes y constituyentes, especialmente para nuestras generaciones futuras. ¡NUESTRO EQUIPO ES PUERTO RICO!