Catedrático del RUM recibe reconocimiento tras ser nominado por sus estudiantes

MAYAGÜEZ: El doctor Eduardo A. Lugo Hernández, catedrático del Departamento de Psicología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), se convirtió en el primer puertorriqueño en recibir el reconocimiento Elizabeth Hurlock Beckman Award Trust, que se otorga a aquellos profesores que han inspirado en la formación de sus estudiantes para que hagan la diferencia en sus comunidades.

“Este premio representa una gran satisfacción, ya que la nominación fue directamente de mis propios estudiantes, quienes formaron parte de Impacto Juventud y afirmaron que la participación en la organización fue significativa para su desarrollo. Además, es una validación de la importancia del trabajo con el sector juvenil y la apuesta de que estas colaboraciones con ellos y ellas son parte de la transformación del país. Pienso que Impacto Juventud como proyecto gestado desde el RUM integra una visión educativa distinta y utiliza el trabajo político y en comunidad como estrategia de enseñanza-aprendizaje con gran beneficio para la sociedad”, manifestó el director ejecutivo del colectivo.

La organización Impacto Juventud surgió en 2018 por una iniciativa de los estudiantes del curso Psicología de la Adolescencia, que dicta el doctor Lugo Hernández en el RUM, con el fin de promover la participación cívica y política de la juventud y erradicar la pobreza infantil en el país. La organización comparte información basada en investigaciones y aborda aspectos sociales de interés. 

Para Lugo Hernández la nominación al galardón lo tomó por sorpresa, ya que desconocía que sus estudiantes lo habían seleccionado y se enteró el pasado mes de enero cuando recibió la notificación. Otra de las iniciativas de alto alcance comunitario en las que trabaja el catedrático es Aula en la Montaña, la cual considera como un importante logro para el país.

“El proyecto Aula en la Montaña es una de nuestras grandes iniciativas. La misma se gesta en colaboración con la comunidad del sector Quebradilla del barrio Rucio en Peñuelas. Este integra a estudiantes y profesionales de RUM y otras universidades, en el apoyo educativo y socioemocional de la niñez. Además, soy miembro de la comisión para la erradicación de la pobreza infantil del gobierno de Puerto Rico”, expresó el docente.

El premio fue creado por Gail McKnight Beckman, hijo de Elizabeth Hurlock Beckman, quien se desempeñó como educadora y fue una de las precursoras en el campo de la psicología, con el propósito de recordar la gesta de su progenitora y beneficiar a los educadores que crean junto a sus alumnos una organización que beneficie a los integrantes cercanos de su comunidad.

Alertan sobre situación de emergencia por la crisis climática en pueblos de la montaña

MAYAGÜEZ: El Colectivo de Psicología y Responsabilidad Social (Colectivo PAS), que agrupa a psicólogos, psicólogas y estudiantes de psicología, denuncia la situación de peligrosidad que viven las personas que viven en pueblos del centro del archipiélago a raíz de las constantes lluvias.

En declaraciones escritas se indicó que pueblos como Peñuelas, en donde experimentan lluvias constantes desde meses antes del huracán Fiona y las cuales todavía no han cesado. La cantidad de lluvia recibida ha afectado las vidas de los puertorriqueños, en especial los que residen en áreas de la montaña y están en riesgo todos los días.

Las consecuencias más prevalentes y de alta peligrosidad han sido los deslizamientos constantes y el deterioro de las carreteras, algunas que ya han tenido desprendimientos.

Esta realidad apremiante ha producido bloqueos constantes en las carreteras que afecta la vida cotidiana de las personas que residen en estas áreas. Algunas de las maneras en que se precarizan las vidas por esta situación son:

  • Posibilidad de que alguno de los eventos de deslizamientos destruya un hogar o atente en contra de la vida de alguna persona.
  • El bloqueo de caminos necesarios para transitar con el propósito de ir a trabajar, acceder a artículos de primera necesidad, llevar la niñez a sus escuelas o atender alguna emergencia médica. Para aquellas personas que tienen cultivos, las copiosas lluvias afectan sus cosechas teniendo pérdidas económicas y para aquellos que hacen agricultura para subsistencia familiar, esta realidad impacta su capacidad de alimentar a sus familias.

“En conversaciones con líderes comunitarios, nos comentan que la situación de lluvia se aparta de la normalidad que han vivido en años anteriores. Nuestras comunidades, desde su experiencia, están dando la voz de alerta de que la crisis climática no es cosa del futuro, sino que ya impacta nuestras vidas de maneras muy profundas. Esto afecta incluso los servicios que ofrecemos ya que limita nuestro acceso a comunidades que por su localización y la historia de negligencia gubernamental hacia las personas que viven en áreas de la montaña, han tenido problemas de acceso a servicios básicos”, comentó Eduardo A. Lugo, director ejecutivo de la organización Impacto Juventud GC, Inc. y representante del Colectivo PAS.

Por su parte, Helga Maldonado, codirectora del programa Aula en la Montaña (proyecto de la organización Impacto Juventud GC, Inc.) explicó que los residentes de la montaña se encuentran preocupados por la situación de País.

“El día a día es agotador. Impacta directamente sus cuerpos y emocionalmente se sienten extenuados por lo que esto representa para ellos y ellas. La constante incertidumbre e inseguridad, el cansancio físico y mental producto de las situaciones que tienen que resolver por las lluvias, deslizamientos, vías de acceso intransitables, interrupciones de servicios básicos, entre otros se han convertido en una nueva realidad que no desean y que les gustaría que cambiara”, expresó Maldonado.

La crisis climática ya tiene efectos profundos en el país. La ausencia de acciones de preparación, mitigación y atención a la crisis climática por parte del gobierno de Puerto Rico no solo ha aumentado la peligrosidad de estos eventos, sino que precariza las vidas de nuestra gente. Las secuelas para la salud mental de las personas que viven en esta área del país son complejas.

La ansiedad, tristeza y trauma que viven los residentes de muchas comunidades no solo se asocia a los eventos de lluvia y sus consecuencias, sino al profundo sentido de olvido que sienten de parte del gobierno que se supone les representa.

“Instamos a la Prensa del país a visibilizar esta realidad que viven miles de personas en el archipiélago. Es medular que los medios reflejen las realidades diversas que vive la gente por la crisis climática. Contar sus historias es importante para impulsar cambios. Por ende, denunciamos esta situación de emergencia y señalamos que las acciones hacia la crisis climática en el país URGEN. Nuestra gente sufre la negligencia profunda con que el gobierno ha desatendido este asunto que es de vida o muerte. Alertamos que las consecuencias a nivel internacional las veremos en Puerto Rico, incluyendo las antes mencionadas e incluso el desplazamiento de personas y comunidades reconfigurando nuestro modo de vida con secuelas muy profundas para nuestra convivencia y sobrevivencia. Instamos al gobierno central y a los municipales a tomar acción ante la situación vulnerable de las carreteras en los pueblos afectados y a identificar áreas donde la peligrosidad de deslizamiento es mayor para proveer apoyo a comunidades”, señalaron.

Urgieron también a que ofrezcan recursos a organizaciones que puedan atender la salud mental de las personas en estas comunidades.

“Denunciamos además la negligencia de FEMA en atender las necesidades de nuestra gente desde una perspectiva culturalmente apropiada. FEMA debe poner recursos adecuados para que cada persona y familia pueda tener la asistencia necesaria para la recuperación de estos eventos. Finalmente, EXIGIMOS al gobierno de Puerto Rico que presente y ponga en curso un plan de acción ante la crisis climática que incluya a organizaciones sin fines de lucro que llevan mucho tiempo trabajando con este tema y las voces de las comunidades que están ya siendo afectadas por esto. No podemos esperar más. Esta realidad ya está siendo crucial en el deterioro de la vida de las personas, en particular aquello que residen en la montaña y zonas costeras”, concluyeron Lugo y Maldonado.