Por: Tomás Ramírez, MS.
Comenzó la temporada de huracanes, y es muy importante que repasemos con nuestra familia y empleados el contenido de nuestro botiquín de primeros auxilios, y nos aseguremos que tenemos todo lo que podríamos necesitar en caso de una emergencia. Si nos azotara una tormenta tropical o un huracán fuerte podríamos estar incomunicados o sin energía por varios días, y tener un botiquín equipado en nuestro hogar o negocio podría hacer una gran diferencia.
Entre los eventos y daños más comunes causados por una tormenta tropical o huracán fuerte están las roturas de ventanas o puertas de cristal, fuegos, tubos de agua rotos, inundaciones, perdida o caída de techos, explosiones eléctricas, carreteras dañadas, árboles caídos y otros. Todos crean oportunidades para accidentes y lesiones.
Entre las emergencias médicas más frecuentes que ocurren y se pueden atender con un botiquín están las caídas, cortaduras, raspaduras, o pinchaduras, alergias, dificultad para respirar, un colapso emocional, alta presión, dolor mediano o leve, alzas y bajas de azúcar, picadas o mordeduras de insectos o animales, quemaduras por fuego o solares, torceduras, fracturas, fiebre, congestión nasal, dolor de garganta, eventos de intranquilidad o ansiedad, envenenamiento accidental, problemas gastrointestinales, erupciones de la piel, y otros.
¿Qué debemos tener en nuestro botiquín?
- Un manual de primeros auxilios
- Una linterna con baterías extras
- Varias gasas estériles de (2” 3” 4”)
- Dos rollos de cinta adhesiva de vendajes de 1” y 2”
- 50 tiritas o banditas en varios tamaños
- Dos vendas elásticas para vendajes
- 10 toallitas antisépticas
- Botella de 4 oz de alcohol
- Botella de agua oxigenada o peróxido de hidrógeno
- Ungüentos anti infectivos – triple, y mupirocina
- Loción de Calamina para picaduras o insolación
- Crema antialérgica – difenhidramina
- Antiséptico para quemaduras – Silver sulfadiazine
- Tabletas para el dolor – acetaminofén e ibuprofeno
- Tabletas para alergias – cetirizina y difenhidramina
- Tabletas anti-diarreas – loperamide
- Tabletas para malestar estomacal o indigestión (Alka
- Seltzer, Tums)
- Una botella de agua de azahar
- Una pinza y una tijera pequeña
- 10 compresas frías instantáneas desechables
- 20 mascarillas quirúrgicas
- 10 pares de guantes de examen sin látex – para protección contra infecciones, o convertirlos en bolsas de agua para hacer hielo
- Una manta y una toalla en bolsa plástica para protegerla
- Una boquilla para dar respiración cardiopulmonar
- Aerosol anestésico local: para erupciones con picazón y picaduras de insectos
- Almohadillas no adhesivas (Telfa) para cubrir heridas y quemaduras
- Cuatro bolsas de plástico resellable (Ziplock) – ½ galón y un galón como contenedor para artículos contaminados, y puede convertirse en una bolsa de hielo
- Alfileres de seguridad (imperdibles grandes y pequeños) para quitar astillas y asegurar vendajes
- Vendaje triangular para usar como cabestrillo, o torniquete
- Un termómetro
- Una férula y cinco paletas de madera para inmovilizar
- Un metro casero para medir la presión arterial
- Un metro casero para medir el nivel de azúcar
Además del botiquín, antes del evento atmosférico debemos asegurar un abasto de 15 días de terapia en los medicamentos de uso frecuente o crónico en nuestra familia. Entre las condiciones crónicas se incluyen la diabetes, alta presión, ansiedad, depresión, enfermedad de alzhéimer y otras demencias, artritis, asma, alergias frecuentes, cáncer, condiciones respiratorias, y afecciones gastrointestinales, y otras.
Estas recomendaciones se basan en nuestra experiencia durante los huracanes Georges, Irma, María, y Fiona. Le invitamos a verificar su botiquín; a consultar su contenido con su médico o farmacéutico de la comunidad; y añadirle aquellos artículos que estimen adecuados para proteger su salud, la de sus familiares, o sus empleados.
El autor es farmacéutico y líder empresarial por más de cuatro décadas en la isla.