Por Julio Víctor Ramírez, hijo
La redes sociales más populares en la actualidad, como el Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat, etcétera; son un arma de doble filo. Por un lado, pueden ser tan útiles como para ayudar a localizar personas desaparecidas, mascotas perdidas o identificar delincuentes en los momentos que cometen fechorías. Pero por el otro, son la principal fuente para depredadores sexuales, que buscan presas indefensas como lo son los menores de edad.
Cada año, a principios del nuevo curso escolar, es ya generalizado, y hasta esperado, que orgullosos padres y madres publiquen fotos de sus hijos “modelando” sus nuevos uniformes escolares, sus tenis nuevos, sus bultos, y su recorte acabadito de salir de la barbería.
Pero, ¿Se han puesto a pensar que de la misma manera que sus amigos y familiares pueden tener acceso a esas fotos, también están al alcance de individuos que no tienen buenas intenciones?
En la publicación Andro 4 all se establece algo que es totalmente cierto:
“No es ningún secreto que las redes sociales son un espejo de nosotros mismos en el que nos mostramos no como somos, sino como queremos que nos vean. Las redes están llenas de fotos en las que salimos felices, rodeados de amigos, haciendo cosas súper divertidas, ¿pero quién publica algo cuando está triste? Nadie, porque nadie quiere que le vean triste, ¿no? Una tendencia que se ha puesto de moda es el sharenting, o el compartir fotos de nuestros entrañables retoños (menores de edad) para, en cierto modo, presumir de ellos, y esto es demasiado peligroso.
Si alguno de tus familiares ha tenido un hijo en los últimos años habrás visto cómo su muro de Facebook y perfil de Instagram se llenó de fotos de bebés y que, más tarde, evolucionó a un álbum de fotos del niño en la playa, poniendo caras graciosas, etc. Son fotos muy bonitas y todo lo que quieras, pero es una actividad peligrosa que mantiene encendido el debate sobre la privacidad de los menores. Que sean tus hijos no quiere decir que puedas obviar su derecho a la intimidad su privacidad”.
Mucha gente pierde de vista cuando sube fotos a las redes sociales, deja de controlarlas. No estamos en la época en que se tomábamos fotos, íbamos a “Cinefoto” o a Walgreens a revelarlas, y se quedaban en el álbum familiar. Y sólo nosotros y las personas a las que se lo mostrábamos tenían acceso a ellas. Eso es historia antigua.
Ahora basta con que una sola persona descargue la imagen y la difunda. No podemos seguir con esa falsa sensación de seguridad.
Por eso, personalmente me preocupa la publicación de fotos con uniformes escolares, que son fácilmente identificables. Mirando mi “newsfeed” en mi cuenta personal de Facebook llegué a ver las fotos de los hijos de unos buenos amigos, que tomaron como precaución difuminar el emblema de la escuela en sus “polos” para que no se pudiera ver, pero no se dieron cuenta de que retrataron a sus niños junto al letrero que tenía el nombre de su escuela. Así que no hay ningún adelanto.
Estipulo que quienes publican estas fotos lo hacen porque esperan que los demás nos escriban algún comentario, siempre positivo, sobre nuestros hijos.
Por otro lado, la publicación de Internet guiainfantil.com compartió lo que a su entender son las razones recomendadas para no exponer a nuestros hijos en las redes sociales:
- Morphing: se trata de una práctica según la cual, algunas personas copian fotos sacadas de Internet y realizan un montaje fotográfico con una fotografía pornográfica. Sería dramático encontrar un montaje así con nuestro hijo.
- ¿Has pensado si a tu hijo le gustaría que mostraras esas imágenes? Quizás esté haciendo un baile divertido para sus papás en la intimidad del hogar y no le guste que ese vídeo traspase la barrera de la familia.
- Algunas redes sociales comparten la propiedad de las fotografías publicadas con quien las comparte, a pesar de que muchas veces se desconoce este hecho ya que casi nadie leemos las condiciones de uso.
Muchas veces, esas fotografías no están compartidas correctamente y pueden verlas no sólo nuestros amigos o familiares sino aquellos amigos de nuestros amigos y a su vez los amigos de aquellos.
En cualquier caso y pese a todo, si decides publicar alguna foto de tus hijos en tus redes sociales, ten en cuenta estas medidas de seguridad:
- Verifica que tu perfil sea privado y no público.
- Lee las condiciones de uso de la red social para conocer qué tipo de permisos estás concediendo.
- Aunque tu perfil sea privado, sólo da autorización al acceso a las fotos de los niños a personas seleccionadas y no a todos los agregados a la red.
Por favor, ejerzan su buen juicio y tengan mucho cuidado con las fotos y la información que comparten en las redes sociales.