BAYAMON: » Yo no maté a mi esposa Carmen, soy inocente y cumpliré con la frente en alto», señaló el convicto Pablo José Casellas Toro, momentos antes de que el Juez José Ramírez Lluch, del Centro Judicial de esta ciudad, lo sentenciara a cumplir 109 años de reclusión por el asesinato de su cónyuge Carmen Paredes Cintrón. Los hechos que conmovieron a la comunidad puertorriqueña ocurrieron el 14 de julio de 2013, en la Urbanización Tierra Alta II de Guaynabo.
La señora Paredes Cintrón fue hallada ultimada a balazos en medio de un alegado incidente de violencia doméstica, pero ese ángulo fue negado en todo momento por el convicto Casellas Toro, quien al momento de la sentencia hoy jueves, volvió a reiterar que nada tuvo que ver con el crimen.
Pablo José juzgado por un panel de jurados que lo halló culpable por votación de 11 a uno, sería encarcelado de inmediato para purgar condena por delitos de asesinato, violaciones a la ley de armas, destrucción de evidencia y mentir durante una investigación
Aunque la defensa de Casellas había radicado una moción solicitando que el reo no estuviera presente para el acto de lectura de sentencia , el pedido fue declarado «no ha lugar» por el magistrado Ramírez Lluch, de la Sala 207. Tras la decisión del juez sentenciador, Casellas Toro, procedió a leer un mensaje indicando que el proceso en su contra fue una injusticia.
El convicto dijo que toda la presión pública fue descargada hacia su persona, obviando a otros sospechosos del asesinato de su esposa Carmen. Lamentó además, lo que describió como injusta cobertura mediática por parte de la Prensa. Durante todo el tiempo que duró este sonado caso, Casellas Toro fue representado por una batería de abogados encabezada por el conocido criminalista Harry N. Padilla Martínez. La prueba fue sostenida por las fiscales Janet Parra y Phoebe Isales, adscritas a la Fiscalía de Bayamón.