Celoso a rabiar porque su esposa había ingresado a la Academia de la Policía y allí podía socializar con muchos hombres jóvenes, el veterano Roberto Mayol Rodríguez, puso fin el domingo a las diferencias familiares, ultimando de un balazo a su hijito Michael Mayol Nazario de 8 años, para luego suicidarse de una detonación en la boca. Aunque el iracundo marido intentó matar a su compañera Liza Nazario y a otro hijo de 17 años de edad, ambos lograron eludir los disparos tras salir corriendo hacia la calle para solicitar la ayuda de los vecinos.
La tragedia que ha conmovido a los residentes de la comunidad Loma Bonita de la Perla del Sur, tuvo lugar el domingo en la madrugada después que la pareja volviera a reñir por la obsesión que dominaba al hombre inseguro de la fidelidad de su cónyuge. Liza, quien celebraba el domingo su cumpleños 33, jamás pensó que de regalo recibiría esta tragedia familiar y la muerte de su hijo más pequeño.
El menor se hallaba en la cama, cuando el padre abrió fuego a quemarropa matándolo en el acto. Consumado el crimen, el veterano de 58 años de edad, intentó ultimar a la cadete Nazario y a su hijo mayor, pero estos consiguieron escapar ilesos.
No era la primera ocasión en que Mayol Rodríguez, escenificaba incidentes de violencia doméstica, hasta el punto de seguir a su esposa a todos lados, revisarle las llamadas telefónicas y darle seguimiento hasta la Academia de la Uniformada donde la joven se preparaba para laborar como oficial del orden público.
No obstante, la gravedad de los hechos cometidos, familiares y allegados describieron a Mayol Rodríguez, como «un buen padre» siempre preocupado por el bienestar de sus hijos. Sin embargo, la situación tomó otro giro cuando la señora Nazario, 25 años más joven que él, decidió ingresar a la Policía estatal.

En lo que fue descrito como un voto confianza a la posición del gobernador Luis Fortuño, el directorio del Partido Nuevo Progresista, votó en la tarde de hoy para no permitir que el representante José Luis Rivera Guerra, vuelva a figurar en la papeleta electoral de noviembre próximo. La mayoría de los integrantes del directorio pareció más encaminada a demostrar su lealtad al lider máximo del PNP, que a defender los derechos que cobijan al querellado Rivera Guerra.
Esgrimiendo el argumento de que el ex agente incurrió en insubordinación y uso indebido de propiedad pública para fines personales, el Superintendente de la Policía, Emilio Díaz Colón, decretó la expulsión inmediata de Harold Ortíz Cruz, como miembro de la Policía de Puerto Rico. La decisión que no tomó a nadie por sorpresa, confirma la opinión de otros uniformados, de la intolerencia que impera en la Policía estatal y la poca importancia que se le concede a la libertad de expresión.







