Por: Lcdo. Alfredo Ocasio
Tomando como base el número de votantes que participo en las elecciones de noviembre, la participación en el Plebiscito fue de 32 por ciento de esos electores.
La estadidad recibe medio millón de votos, por lo que hay 160,510 votantes que votaron por el PNP en las pasadas elecciones que no son estadistas.
Por otra parte, como siempre he dicho y se sabe, en la democracia cuenta el que participa. Aquellos que decidieron no participar, a llorar para maternidad. El mandato es claro e indubitado: Puerto Rico escogió la Estadidad. Aquel que no lo quiera aceptar, que busque pañuelos para que se seque las lágrimas. Eso es lo que hay. Nadie los mandó a irse para la playa.
El próximo paso es informar de inmediato al Congreso del resultado electoral y presentar la petición de admisión de Puerto Rico como estado al Congreso. De no hacerse eso, el PNP se corre el riesgo de que los estadistas no lo apoyemos más y fundemos entonces un nuevo partido estadista. No queremos más colonia, ni juegos a la colonia. Esto se tiene que acabar ya o lo que veremos es la gente en Jet Blue rumbo a la Florida a vivir la Estadidad.
Estaremos alerta y no vacilaremos en señalar a aquel líder del PNP que no cumpla con el mandato emitido.
Por otro lado, es hora de que los partidos nacionales salgan de las cuevas en donde los tienen amarrados. Se acabó el tiempo de estos clubes sociales.
A la presidenta del Partido Republicano (Jenniffer González), a quien le escribí dos cartas indicándole que aspiro a la vicepresidencia del Partido Republicano de Puerto Rico y ni siquiera me ha contestado, le reitero que aspiro a la posición y que solicito que se haga a través de una elección abierta al electorado republicano en Puerto Rico. El Partido Republicano es del pueblo y no de un grupo atado a intereses económicos.
Le pido al pueblo republicano que se levante y exija que le devuelvan su partido. Formemos la revolución republicana. El poder es de ustedes, el pueblo. Atrévanse a exigir lo que es de ustedes. Y yo estoy a sus órdenes.
¡Que viva Puerto Rico Estado 51!