Oraciones por las victimas, llantos y desesperanza, es el cuadro reinante en la República Dominicana, tras el naufragio ocurrido el domingo en la madrugada al virarse una frágil embarcación en la que unas 100 personas, intentaban viajar hacia Puerto Rico. Las autoridades dominicanas solo habían podido rescatar a tres de los infortunados, incluyendo, al locutor de radio José Agusto Polanco.
Los rescatadores presumen que algunos de los perjudicados lograron nadar hasta el pueblo de Nagua, a varias millas de la costa noreste, pero ese ángulo no fue corroborado. Se teme que 60 ciudadanos hayan perecido ahogados, incluyendo a residentes locales y de nacionalidad cubana. La tragedia se suscitó debido al peso que cargaba la yola y a fuertes ráfas de viento.
Vecinos de San Francisco de Macorís, Hato Mayor, Nagua y otras poblaciones costeras eran entrevistadas por la Policía Nacional, para solicitarles ayuda en cuanto a la identificación de familiares que pudieron haber abordado la yola. Los hechos surgieron a varios kilómetros mar afuera hasta donde los viajeros fueron llevados en yolas más pequeñas para eludir la vigilancia de la Marina Dominicana. El fatídico viaje fue presuntamente organizado por traficantes de ilegales que cobraron hasta $2 mil, antes de que las victimas subieran a la embarcación.