AGUADA: Un hombre de nacionalidad cubana, identificado como Michel Hernández Álvarez, de 30 años, llegó poco después de las 11:00 de la mañana del lunes al cuartel policíaco de Aguada, para entregarse a las autoridades federales y solicitar asilo político, luego de llegar en un viaje clandestino a Puerto Rico.
Según las autoridades, Hernández Álvarez dijo ser natural de la ciudad de La Habana, y que llegó a la Isla el domingo en la noche por las costas de Aguada, en compañía de tres dominicanos.
Éstos viajaron en un bote de madera con un motor fuera de borda, desde Miche, en la República Dominicana. Una vez en tierra firme, sus acompañantes salieron corriendo, desconociéndose su paradero.
La agente Carmen González, de la Patrulla de Fronteras, se hizo cargo del ciudadano cubano y de su proceso de asilo político.
En el caso particular de los ciudadanos cubanos, existe la política de «pies secos, pies mojados», que se aplica a los naturales de Cuba, y supone que los que pisan tierra estadounidense pueden quedarse legalmente, mientras que se les prohíbe la entrada a los que son detenidos por la Guardia Costera en el mar.
Los “pies secos”, es decir, los que consiguen pisar tierra de Estados Unidos, podrán solicitar la tarjeta de residencia permanente al año y un día a contar desde el momento de la entrada al país. Mientras tanto, podrán solicitar un permiso de trabajo, pagando los aranceles correspondientes, y la licencia de manejar.
¿Qué pasa con los pies mojados?
Los cubanos que intentan llegar a Estados Unidos o sus territorios, y que la Guardia Costera detecta todavía en el mar, son devueltos a Cuba. La excepción son aquellos que piden asilo y que son desviados como refugiados a otros países. En la actualidad, una docena de países acogen a estos refugiados, principalmente en Latinoamérica, pero también España e incluso Australia.