Editorial

Periodista Julio V. Nuñez senta cátedra de servicio humanitario

(Foto cortesía Dando Candela en Facebook)

Sin ánimo de adulación ni de regatear méritos a otras personalidades de los medios de comunicación que anualmente participan en campañas de recaudación de recursos para ayudar a diferentes obras sociales, hoy nos quitamos el  sombrero ante el colega periodista Julio V. Nuñez, por su extraordinaria iniciativa de contribuir con hechos, y no con palabras, a la ingente lucha en favor de los niños afectados por el Cáncer pediátrico. Hoy viernes el pueblo puertorriqueño se conmovió hasta las lágrimas, cuando Julio permitió que la conocida estilista Wanda Montes, le rapara su inseparable cabellera. En ese instante se daba cumplimiento a la palabra empeñada por el comunicador de tumbarse hasta el último cabello una vez alcanzara la meta económica de $5 mil, que al final se duplicó gracias a la cooperación de muchos puertorriqueños.

Con su desprendimiento y don de gente, Nuñez demostró que el entretenimiento y la ayuda al prójimo pueden coincidir en un mismo lugar. Mientras otra gente se la pasan maquinando para ver de qué  manera destruyen los pilares de un país bueno y trabajador, personas como Julio V. Nuñez, dan de su valioso tiempo para que tengamos un Puerto Rico lleno de calidad de vida, alegre y con una niñez bendecida de salud.

Felicitaciones sinceras a este gran talento que honra a los medios de difusión en nuestra isla y quien junto a sus compañeros del espacio «Dando Candela», siguen sentando cátedra como excelentes profesionales que son.  Para Saudy Rivera, Alejandra Fuentes, Papo Brenes, Pedro Juan Figueroa,  Leo Fernández III y Yulianna  Vargas, gracias por enseñarle a los televidentes que el amor por los más necesitados no es asunto de «rating».  Expresivas gracias a la gerencia de Telemundo, por contar con el «Dream Team» de la farándula latinoamericana.

 

Entre mentiras y promesas el pais aguarda por un futuro mejor

A menos de nueve meses para que esta isla lleve a cabo otro proceso electoral, un gran sector del pueblo puertorriqueño aún no tiene claro a cuales candidatos a cargos electivos le otorgará la confianza para que administren por cuatro años más el destino político y económico de un país devastado por el desempleo y la falta de oportunidades para nuestros jóvenes. Si bien es cierto que la situación pinta positiva para los grandes intereses financieros que se dedican a vivir del gobierno de turno, eso no podemos decir que los miles de padres de familia que deben humillarse ante los políticos para conseguir un día de trabajo.

Entre mentiras y promesas, los candidatos de los partidos principales prometen utilizar una varita mágica para enderezar los entuertos que ellos mismos crearon con el cierre de industrias, la destrucción de la otrora pujante clase media y los múltiples obstáculos que le impone el estado a los pequeños inversionistas que luchan por crear nuevos negoci0s, y por ende, auto-empresas forjadoras de empleos.

Más recientemente, el gobierno pretende buscar dinero «hasta debajo de las piedras», persiguiendo a los pequeños comerciantes, negocios ambulantes y vendedores de la Lotería tradicional, cuyas ventas e ingresos apenas alcanzan para el sostenimiento de sus respectivas familias. A esto adicione las cargas onerosas que le siguen imponiendo al pueblo las instituciones bancarias y las compañías de seguros. Resulta una odisea seguir viviendo en la llamada «Isla del Encanto», donde el pan está mal repartido, mientras los políticos disfrutan a gusto del presupuesto estatal.

Los electores de Puerto Rico tienen la gran responsabilidad de utilizar el voto de noviembre próximo con cuidado y sabiduría. Ya no se trata de colores y banderas. Es el momento de seleccionar a los candidatos que trabajan por el país con decencia, justicia y dedicación. Afortunadamente, en esta isla queda aún mucha gente buena y valiosa. Llegó la hora de decirle NO, a los mentirosos, arribistas y trepadores que han hecho de la política borincana su mejor negocio particular.

AAA factura por un alcantarillado apestoso y obsoleto

HORMIGUEROS: Ahora, cuando los abonados de esa corporación pública deben pagar facturas más altas por consumo de agua potable y servicio de alcantarillado, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados sigue ofreciendo un servicio pésimo que no compara con el pago mensual que exige de sus clientes. Como parte de la estrategia gubernamental para buscar dinero hasta «debajo de las piedras», la AAA se une a la AEE para continuar esquilmando el limitado presupuesto de los puertorriqueños.

La excusa de facturar por un servicio de alcantarillado mal oliente y obsoleto, forma parte del plan de la AAA, para recuperar millones de dólares dejados de pagar por los que se roban el agua. En el video se muestra la situación de los vecinos de la Calle 6 de la Urbanización La Monserrate, que deben soportar con frecuencia el desbordamiento de aguas negras, y por ende, la pestilencia que afecta su calidad de vida.

Al tiempo que el gobierno permite que las construcciones aledañas a La Monserrate, se conecten al antiquísimo alcantarillado del sector, tampoco las brigadas de la AAA, hacen una labor continua y efectiva para mantener el sistema funcionando adecuadamente. Obviamente, el mal olor no afecta al Director Ejecutivo de la AAA, ni a los funcionarios regionales de esa agencia porque todos residen en urbanizaciones modernas y con lo último en alcantarillado pluvial.

 

Puerto Rico busca un gobernante que trabaje para todos

A solo meses para que los electores de Puerto Rico acudan a las urnas a ejercer el derecho democrático a elegir al gobernante que regirá los destinos de esta isla a partir del 2013, todavía queda la gran interrogante de establecer si vale la pena seguir con lo que tenemos o buscar a un nuevo gobernador que esté motivado a trabajar para todo el país más allá de colores y diferencias. Puerto Rico necesita un gobernador que trate a todos los compatriotas con la justicia que rige a su propia familia y que demuestre sentido humanista al momento repartir el pan de su tierra con igualdad y respeto para todos.

Nuestra isla no quiere a un gobernador que solo piense en sus allegados y en la manera más rápida de permitir que sus amigos manejen el presupuesto estatal a gusto y antojo. No, Puerto Rico busca algo más que caras bonitas y sonrisas «Colgate» que intenten  lograr con su físico lo que jamás podrán demostrar en términos de capacidad administrativa e inteligencia

Y sobre todo, los puertorriqueños aspiran a tener a un gobernante cuya trayectoria esté marcada por su amor al prójimo, consideración hacia los que sufren y respeto por los padres y familias, que llevan años tratando de lograr un puesto de trabajo en el gobierno o la empresa privada.

La llamada «Isla del Encanto», busca a un gobernador cuya conciencia esté enmarcada en practicar lo que predica. Un gobernador que no le exija a los padres para que envíen a sus hijos al sistema público de educación, mientras los suyos asisten a las mejores instituciones educativas privadas. Un gobernante que no le siga exigiendo sacrificios al pueblo, mientras él y sus séquito se movilizan en la flota de autos más cara, al tiempo que disfrutan de todos los privilegios, propios de un emirato árabe.

Esta isla   continúa  en la búsqueda de un gobernador que no permita que sus conciudadanos paguen las tarifas más elevadas de la historia por los servicios básicos de agua y energía eléctrica, mientras en su hogar se disfruta de los mismos servicios de manera gratuita. Se busca además, un gobernante que tenga un   compromiso con la verdad y no tolere abusos contra los ancianos, los discapacitados, los pobres y la sufrida clase media de Puerto Rico.

Si usted se considera apto y cumple  los requisitos para trabajar por todos los puertorriqueños, sin distinción alguna, solicite de inmediato. Nuestro país busca un gobernador honesto, sincero, trabajador e incorruptible. Por favor, si usted  no reune los requisitos anteriores, no se le ocurra solicitar la confianza del pueblo.

Carretera número 2, frente a La Concepción es tramo de la muerte

Mientras el Departamento de Transportación y Obras Públicas, sigue arrastrando los pies ante la responsabilidad ministerial de proteger vidas, continúan reportándose accidentes graves en el tramo de la Carretera Estatal número 2, específicamente, frente al Hospital de la Concepción en San Germán. La más reciente fatalidad ocurrió el miércoles a eso de las 10:00 pm, pero no fue hasta hoy jueves a las 7:00 am, que un ciudadano halló el cuerpo de un conductor que salió expulsado de su vehiculo tras impactar una valla de cemento instalada cerca del kilómetro 173.5

Aunque la colisión surgió en un lugar de mucho movimiento de automóviles, nadie se explica como la victima estuvo tirado por casi ocho horas en un solar baldío mientras la guagua Suzuki que manejaba, quedó  con las ruedas hacia arriba. En un aparente  intento por inculpar a la persona involucrada en el  accidente, la Policía adelantó que se trata de un joven que manejaba a velocidad excesiva y con la licencia de guiar  vencida. Sin embargo, del mismo informe surge que el sitio donde ocurrió el choque contra un objeto fijo, carece de iluminación pública.

Aparte de esto, la versión preliminar no incluye datos tan importantes como mala señalización y la  construcción de un tramo de vía pública pésimamente diseñado. ¿ En qué lugar civilizado del mundo usted entra en su vehículo a la izquierda, al tiempo que decenas de autos circulan  hacia la derecha por el mismo carril?  Eso solamente ocurre a la salida de San Germán y  a corta distancia del concurrido Hospital de la Concepción.

La Calle Digital emplaza a la Autoridad de Carreteras y al DTOP, para que, sin más dilación eliminen el llamado » Tramo de la muerte» y  dejen de  ofrecer tantas excusas. Luego del trágico deceso del joven Carlos J. Martínez Villa, quien residía en Sabana Grande, los residentes del Area Oeste, no están dispuestos a tolerar otras fatalidades por causa de  la negligencia gubernamental.

Gobernador, díganos cómo pueden estar bien las cosas…

Señor gobernador Fortuño, díganos cómo pueden estar bien las cosas en la llamada «Isla del Encanto», cuando miles de padres de familia tienen que recurrir a las ayudas sociales porque no logran conseguir una oportunidad de empleo en   ningún lugar y el gobierno les pone todo tipo de obstáculos para que establezcan pequeños negocios.

Señor gobernador Fortuño, cómo pueden estar bien las cosas en Puerto Rico, cuando mensualmente debemos pagar las facturas de agua y luz más altas de todos los tiempos y el estado siempre utiliza de excusa el precio del petróleo en el mercado internacional para aplicarle a los consumidores el notorio «ajuste por combustible».

Pero esto no termina aquí, señor gobernador, cómo es posible que todos los miembros de una misma familia tengan puestos de trabajo en el gobierno mientras hay miles de puertorriqueños cualificados, esperando que se les llame a laborar. Si tiene dudas, revise las plantillas de trabajo en el gobierno central, los municipios, la Legislatura y las agencias. Ciudadano que no forma parte de la «piña» gubernamental  jamás  logrará una oportunidad en la actual administración.

Gobernador, usted tiene la mejor buena fe para dirigir a 4 millones de compatriotas; pero con buena fe nada más no se puede hacer la compra en el supermercado, pagar la casa, llevar a la familia al médico y  atender el pago de  todos los compromisos y que nos queden unos dólares para adquirir la gasolina con el precio más alto de la década.

Gobernador Fortuño, concurrimos con su buena voluntad de que los puertorriqueños vivamos en un país más seguro y tranquilo. Sin embargo, eso no se puede lograr sin que revisemos nuestra lista de valores y le devolvamos a los padres y maestros el respeto merecido. Más policías en las calles son necesarios; mejores patrullas son bienvenidas, pero a esto  añádale, miembros de la Fuerza bien pagados y motivados. Comience usted, como jefe máximo de la Policía estatal, ordenando que los oficiales de  barras y estrellas acompañen a sus agentes en el trabajo de vigilancia preventiva. Y sobre todo, designe a un Superintendente que proceda de la misma Uniformada.

Señor Luis Fortuño, si usted aspira a revalidar como gobernador de esta isla, la clave para lograrlo es una bien sencilla: JAMAS PROMETA LO QUE NO VA A CUMPLIR.

Felicitaciones a todos los policías que honran el uniforme

En el inicio de la celebración de la Semana de la Policía en Puerto Rico, es de justicia reconocer el excelente trabajo que llevan a cabo los miles de hombres y mujeres que ostentan con orgullo el honor de pertenecer a ese benemérito Cuerpo de Seguridad Pública, cuya misión primordial es la de proteger vidas y propiedades. Este reconocimiento es para los miembros de la Fuerza que lucen con amor el uniforme, y cuya responsabilidad debe ir más allá del salario que reciben por su arriesgada labor.

Hoy no vamos a mencionar a quienes han fallado a la confianza del pueblo. A los uniformados y oficiales corruptos implicados en actos contra la moral, violencia doméstica, atropellos a ciudadanos, violación de derechos civiles, robos y otros desmanes, propios de delincuentes comunes. Tampoco tienen cabida en estas páginas los fabricantes de casos y aquellos que utilizan el poder para abusar de los más desvalidos. Esos tienen otro lugar en el juicio de la historia, a pesar de que algunos de ellos han logrado mantenerse intocables dentro de la Policía y cubiertos por el «manto» de políticos influyentes.

Esta Semana de la Policía es para que las organizaciones cívicas, instituciones privadas y el propio gobierno, rindan tributo al policía honrado, trabajador, cumplidor de las leyes y ejemplo a imitar por nuestra niñez y juventud. En ese grupo también se incluyen las féminas que forman parte de la Uniformada y de todas sus dependencias de investigación.

Puerto Rico, les quiere y  respeta porque ustedes constituyen lo mejor y más selecto del servidor de carrera comprometido con el futuro de una isla más unida y segura. En La Calle Digital, también decimos presente para  expresar sinceras felicitaciones a los integrantes de la Policía estatal y municipal, que sirven con dedicación a los residentes del Area Oeste. Dios los proteja y bendiga por siempre.

Es peligrosa pieza legislativa aprobada por asambleistas

Si bien es cierto que los avances tecnológicos ameritan que haya algún tipo de «freno»  para que no puedan ser mal utilizados, también es importante que tal control se ejerza sin violentar derechos constitucionales. En el caso de la legislatura municipal de Mayagüez, dominada por el Partido Popular Democrático, tiene méritos la preocupación de que elementos antisociales utilicen la poderosa herramienta que es la Internet, para propalar información falsa que perjudique el buen nombre de figuras públicas y de ciudadanos particulares ajenos a ese tipo de controversias.

Sin embargo, de surgir información que denigre a funcionarios y sus familiares, existen los mecanismos investigativos para atender querellas en el foro local y federal. Incluso, los mismos servidores como Facebook, Twiter y otros, tienen los recursos para erradicar del espacio cibernético a personas que representan un riesgo para la sociedad, ya sean  depredadores sexuales, hurtadores de identidad o individuos que crean problemas de índole legal.

Por eso, la medida de la honorable Legislatura Municipal de Mayagüez, es «peligrosa» desde el punto de vista que pretenda coartar el derecho de la oposición a criticar las actuaciones del incumbente y los funcionarios de su administración. No vemos impedimento alguno que el gobierno municipal de Mayagüez y de cualquiera otro pueblo de la isla, disponga de personal adiestrado para mantenerse al tanto de lo que piensa la gente sobre sus funcionarios y el trabajo que realizan.

Lo que no puede ser legítimo es utilizar personal pagado con fondos públicos para perseguir a políticos adversarios, so pretexto, de salvaguardar los mejores intereses del municipio, empleados y funcionarios.

Nuestra sugerencia a los legisladores municipales de Mayagüez, particularmente a los de la mayoría, es que dejen esta medida sobre la mesa hasta escuchar a especialistas en asuntos relacionados con las redes sociales, Internet y su impacto en el mundo moderno. No creo que lo hayan hecho de mala fe, pero nunca es saludable legislar en moment0s de presión o molestias. Entonces diríamos, » que el remedio es peor que la enfermedad».

­­Señor, qué solos quedan los muertos cuando son pobres

Una vez leí esa frase en un poema y llegué a pensar que solo se trataba de la frustración del autor conmovido ante el abandono en que la Justicia deja a los seres menos favorecidos cuando su  vida  es tronchada por una mano criminal. Sin embargo, ahora comprendo que tal es el caso del hormiguereño Gilberto Rodríguez Feliú, muerto a manos de un victimario que le arrebató la existencia para despojarlo de unos cuantos dólares producto de un pequeño premio ganado en la Loto.

Aún sus compueblanos de Hormigueros lloran la trágica partida de Gilberto,  ser bueno, honesto, humilde y sin malicia que jamás ofendió al prójimo ni con la  mirada. No obstante esas virtudes como persona, Rodríguez Feliú no tenía dinero ni otros bienes materiales que lo colocaran en un sitial de figura pública o potentado. Eso sí, Gilberto era rico en amistades y en el aprecio de aquellos que tuvimos  el honor de conocerlo.

Por eso nos duele la desidia de las autoridades a la hora de esclarecer el crimen vicioso que segó la vida de este vecino del barrio Lavadero de Hormigueros. Su cuerpo en avanzado estado de descomposición fue hallado por el guardabosque Elvin Avila González, que acertó pasar  por la carretera 362 en el barrio Guamá de San Germán. Presentaba dos impactos de bala en la cabeza.

Gilberto se marchó fisicamente, pero su espíritu clama por justicia, la misma justicia a la que aspiran pobres y ricos en una sociedad de ley y orden. Hormigueros también exige que el esclarecimiento del crimen  no tarde un día más. Esta es la exigencia de La Calle Digital al Superintendente de la Policía, Emilio Díaz Colón, ya que  en  la Policía del Area Oeste, no parecen tener prisa para dar con el paradero del asesino, o los victimarios, de Gilberto.

Doloroso resulta meditar que a los humanos nos separan diferencias sociales y de otra índole, hasta en la hora de la muerte. Quiera Dios que este no sea el caso del amigo Gilberto Rodríguez  Feliú.

La Policía debe cambiar estrategia de atender ciudadanos

Si algo tiene que cambiar en la Policía de Puerto Rico, es la forma de tratar a los ciudadanos que llaman vía teléfono o acuden a los diferentes cuarteles para solicitar algún servicio o pedir la cooperación de las autoridades en la búsqueda de un familiar desaparecido. Se sabe de uniformados  que reciben al público con la mayor deferencia y respeto, pero hay otros miembros de la Fuerza que parecen molestarse con la presencia de aquellos que contribuyen a pagar su salario.

Ese detalle lo pudo constatar uno de los periodistas de la Calle Digital, al llamar ayer jueves al distrito policiaco de San Germán. A diferencia de otros tiempos cuando  los periodistas éramos tratados con  espíritu de colaboración, ahora lograr corroborar una información es algo menos que una verdadera odisea. «Yo no sé nada, llámese a la oficina de prensa en Mayagüez o aquí no podemos decir nada», son algunos de los argumentos que escuchamos de voz de una oficial de turno en el cuartel de San Germán, cuando se le inquirió sobre un crimen reportado en la Ciudad de Las Lomas.

» Amigo, tiene que llamar a prensa de Mayagüez», ripostó con sarcasmo la persona a cargo del retén en horas de la tarde del jueves. No obstante, fue esa misma persona que luego supimos preparó el informe preliminar sobre el homicidio de un hombre desaparecido en Hormigueros.

A pesar de la escasa  cooperación dada por la Policía estatal de San Germán, es justo reconocer la gentileza del agente Manuel Cruz, de la Oficina de Prensa y Relaciones con la Comunidad de la Región de Mayagüez, quien no tuvo reparos en ofrecer los datos disponibles sobre el asesinato del ciudadano Gilberto Rodríguez Feliú.

Señor comandante del distrito policiaco de San Germán, oriente al personal bajo su dirección, a como atender a los representantes de los medios de comunicación, y de manera particular, a la ciudadanía en general. Ser cortés no le resta autoridad a los miembros de la Fuerza, por el contrario, contribuye a que la gente decente de este país esté más cerca de ustedes.