[OPINIÓN] Gracias y adiós beneficencia de mi niñez

Por Evelyn Cole de Alers

Recibo con profunda tristeza la noticia del cierre del hospital municipal de mi querido Mayagüez, un evento que impacta la salud y las finanzas y debería sobre todo sacudir la moral de nuestro pueblo. Una coda fatal pero ilustrativa del legado del nefasto, depuesto y más que culpable exalcalde.

Ese recinto de beneficencia que legara la familia Blanes y médicos patriotas como Ramón Emeterio Betances fue uno de los grandes amores de mi padre, una de tantas obras que considero herman@s, porque sinceramente les prestaba más atención que a sus hijos humanos.

Aunque fue autor de la legislación que creó el Centro Médico que lleva el nombre de Betances, aspiraba a superarlo. En 24 años como alcalde no dejaba de buscar cómo mejorar el hospital. Lo que era cuando llegó a la alcaldía y lo que dejó al retirarse, solo los que lo vimos.

Benjamín Cole, complicado, controversial, con quien ya hice las paces, se muere otra vez si sabe que su sucesor, en vez de sumar a la beneficencia, la apostó como ficha en raros juegos de azar y no se sabe quién ganó. El pueblo perdió su hospital.

Cuando el exalcalde se declaró culpable de cargos que jamás reflejan su nefasto paso por la ciudad funcional y viva que mis padres le dejaron, vi un enajenado politólogo capitalino lamentar la suerte de ese alcalde “tan elegante, que hizo obra sin hacer daño”; y casi me caigo de la silla.

Tal vez suene extraño que alguien sienta nostalgia de un hospital, pero el cierre me duele porque allí hay pedazos de mi vida en los tuve que crecer a saltos. Aparte de cosas como el primer infarto de mi padre o descubrir la prensa, allí pasé cinco veranos más formativos que una universidad.

De niña, mi madre decía que yo era “avancina”. El vocablo no existe. En mi defensa creo que un psicólogo lo llamaría madurez prematura (y si viera mi vida encontraría mil razones). El caso es que a los 9 años me sentía grande, tal vez pensaba que mi padre era quien daba todos los trabajos, y quería trabajar.

Mi padre empezó a trabajar a los 12 años. El trabajo para él, como para Calvino, era la medida de la salvación. O tuvo sensatez de responder mi reclamo o quiso que lo dejara quieto. El caso es que me colocó en la farmacia del hospital, haciendo el primer conteo de pastillas en una receta, que no requería grados.

A los 12 años pasé a recepción. Recibía los reportes de empleados que fallaban. El rey en las fallas era un joven de pantalones ajustados que se paseaba por los pasillos batiendo su melena tipo Farrah Fawcett y mascando chicle. Lo regañaban, pero siempre se salía con la suya. ¿Su nombre? José Guillermo Rodríguez.

Todos viernes papi me daba $10 de su bolsillo y yo me sentía rica. El año que iba a cumplir 14 me dijo, “saca tu tarjeta de seguro social pa’ que te pague otro”. Al llegar el verano fui a avisar y despedirme de mi gente. Fue como perder una familia extendida más interesante que la mía.

Nunca sabré quiénes me tenían paciencia o buscaban simpatía por ser hija del alcalde, o por Nereida, mi impetuosa madre, tan hacedora de milagros como temida. Los que no le importaban esas cosas, tras superar si curiosidad o shock con una niña en ese espacio, se volvieron mis amigos.

¡No olvido los colores, la escalinata, las losetas, esa humanidad de pacientes! No olvidaré el San Antonio. Tampoco a los que me quisieron bien. De médicos a choferes, me cuidaban y me dejaban investigar (casi) todo en ese increíble e inigualable universo que es un hospital.

Es imperdonable que el patrimonio del pueblo fuese objeto de especulación, fraude, y de pérdidas irreparables como esta. Que a los empleados ni tiempo les dieran para prepararse es un crimen. ¡Y el nuevo alcalde recién se entera que tiene una emergencia en sus manos!

¡Que Dios ayude a Mayagüez si ocurre una emergencia mayor! Ojalá un día la historia descubra todo lo que está tapado. Porque lo peor es que la justicia sea tan floja y el rey de fallas en el hospital de mi infancia se haya salido con la suya por 28 años.

Al lado del barbarazo Guillo, todo pintura, capota y teflón, Trump es un idiota.

Nota: La autora es hija del exalcalde de Mayagüez Benjamín Cole Vázquez y de Doña Nereida Falto.

Hija del exalcalde Benjamín Cole asegura que si su padre ve lo que está pasando en Mayagüez, “se muere otra vez”

MAYAGÜEZ: Citando el último párrafo de la noticia publicada el jueves en LA CALLE Digital, sobre el traspaso del título de propiedad del Hospital San Antonio a una corporación privada y el gravamen hipotecario de $1.2 millones que se le puso a esta centenaria institución; Evelyn Cole de Alers, hija del exalcalde mayagüezano Benjamín Cole, reaccionó a través de su cuenta en las redes sociales, asegurando que si Cole “se entera de cómo se estaba negociando para transferir tantas propiedades del Municipio a una entidad con fines de lucro se muere otra vez”.

LA CALLE Digital publicó en exclusiva el listado de las propiedades que el entonces director ejecutivo de la corporación Mayagüez Economic Development, Inc. (MEDI), Alejandro Riera, quien fue arrestado esta semana por el FBI, le pidió al alcalde José Guillermo Rodríguez, en su capacidad de presidente de la Junta de Directores de la corporación, que traspasara a esta la titularidad de una larga lista de propiedades municipales.

Solicita online o visita alguna de nuestras sucursales
en Cabo Rojo, Hormigueros y Sabana Grande.
Ciertas restricciones aplican.
Acciones y depósitos asegurados por COSSEC.
www.caborojocoop.com
787-851-1337

La lista incluía lugares emblemáticos como la Casa Alcaldía, la Plaza Colón, el Casino, el Parque de los Próceres, el Teatro Yagüez, el Estadio Isidoro García y el Palacio de Recreación, entre otros.

Como evidencia, LA CALLE Digital comparte la carta del 27 de junio de 2017, que incluye la lista de todas las propiedades municipales que MEDI pretendía que el Municipio transfiriera su titularidad. Haga «clic» sobre cada imagen para impliarla.

“DEL CIELO A LA TIERRA… O AL INFIERNO??

Mi padre no era un santo, pero lo más sagrado en el mundo para él eran los fondos y bienes públicos. Si se entera de cómo se estaba negociando para transferir tantas propiedades del municipio a una entidad con fines de lucro se muere otra vez…”, fue parte de lo que publicó el viernes Cole de Alers en su cuenta de Facebook. El resto fue una cita directa de la publicación de LA CALLE Digital.

Cole, recordado por su fogosidad como político, era conocido como “El Cacique” y dirigió los destinos de lo que describía como la “Excelente Ciudad de Mayagüez” desde enero de 1969 hasta enero de 1993. El día 30 del mismo mes, a los pocos días de salir de la alcaldía, Cole falleció debido a complicaciones de salud.

Oficial… Carretera PR-64 de El Maní ya lleva el nombre Benjamín Cole y su hija acepta reconocimiento

MAYAGÜEZ: Con el propósito de perpetuar la memoria del exalcalde de Mayagüez por 24 años (1969-1993) Benjamín Cole Vázquez, la Cámara de Representantes ratificó el Proyecto de la Cámara 2132, de la autoría de la representante Maricarmen Mas Rodríguez, designando formalmente el tramo de la carretera estatal PR-64 con el nombre de “Avenida Benjamín Cole Vázquez”, desde el kilómetro 0.0 al 5.5, en el área de El Maní en la Sultana del Oeste.

Según la página de Facebook “Noticias de Mayagüez”, Evelyn Cole de Alers, hija del difunto líder político, usó esta red social de Facebook para reaccionar públicamente ante la aprobación de la medida.

Reproducimos textualmente las expresiones de Cole de Alers:

“Increíble y genial que la primera figura pública en reconocer de esta forma a mi padre 27 años tras su muerte sea una líder de otro partido…

La trayectoria del “Cacique” Cole es paralela a la historia y desarrollo de Mayagüez. Su vasta obra consta, ha beneficiado a varias generaciones y aún ayuda su partido, que sigue cosechando en las urnas, frutos de la lealtad que ganó con trabajo sincero y constante, sin excusas. Darle a Mayagüez todo para convertirla en una ciudad próspera fue su mayor sueño, no tuvo otro.

Quienes saben lo que perdimos con su retiro valoran su legado hoy más que ayer. Me consta que Mas, cuyo interés real es atender las necesidades del pueblo, es una de esas personas. De hecho, me contó cómo su propio papá, opositor y también líder, hizo mucho por su comunidad en lucha mano a mano con el mío, en el debate entre adversarios esencial para que la democracia funcione.

El veterano periodista Maelo Vargas cuenta que papi decía que no quería ni una alcantarilla con su nombre. Porque eso es cierto, agradezco la elegancia que tuvo Mas de indagar si la familia estaba de acuerdo. Un buen líder forma su visión de otro, incluso del opositor, según su intención y capacidad. ¿Sorprenderá a muchos que mi padre considerara a Carlos Romero Barceló un político brillante y que decía que el PPD pagaría por subestimar su astucia?

Vi intención de justicia, sinceridad e inteligencia en la forma en que Mas movió este proyecto. Al honrarlo en la Cámara, donde él comenzó su carrera, ella honra su cargo y por ende al pueblo. Por eso acepté a nombre de la familia. Si obras suyas llevan nombres de mayagüezanos ni tan conectados ni comprometidos con el pueblo, es legítimo que a Benjamín Cole se le mencione al menos en una vía de la ciudad a la que dio su vida.

Y qué mejor que el Maní, un sector al que nunca le falló y donde fue y aún es tan querido. Gracias Maricarmen Mas por esto y las otras gestiones que me consta realizas por nuestra ciudad. ¡Que tu carrera sea tan exitosa, bendecida y fructífera como la del Cacique!”, terminó su reacción Cole de Alers.