En primer lugar, en LA CALLE Digital somos firmes creyentes de la expresión creativa a través del arte. Eso lo estipulamos de entrada.
No obstante, una cosa es el arte y otra cosa es vandalismo.
Y eso fue lo que ocurrió en días pasados en el río Caonillas, en Utuado, donde al menos dos individuos pintaron con “brocha gorda” una enorme roca que está a orillas de ese cuerpo de agua, con la aparente intención de que se pareciera al famoso juguete “Rubik’s Cube”.
Por creativo y bonito que pueda parecer, la ignorancia de estos sujetos puede tener consecuencias ambientales.
Personal del Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) comenzó una pesquisa para identificar a los “artistas”, mientras que la secretaria de esa agencia, Tania Vázquez Rivera, la acción puede “causar la contaminación de las aguas al haberse utilizado químicos que contiene la pintura, lo que, a su vez, podría provocar la mortandad de peces e invertebrados en el río”.
Preguntamos… ¿Eso fue lo único que se les pudo ocurrir?
En la Isla hay lugares de sobra que necesitan embellecimiento. Y hemos visto ejemplos de verdaderos exponentes del llamado arte urbano que han hecho maravillas como brochas y rolos.
¿No pudieron imitar a los jóvenes del proyecto Yaucromatic que recientemente remozaron la comunidad de “El Cerro” en Yauco? ¿O La Perla en San Juan? ¿O el famoso proyecto del artista villalbeño Héctor Collazo Hernández (Héctor_PR), “78 pueblos y una bandera”?
Aparentemente no… “La bombilla se le prendió” a estos sujetos pintando un “Rubik’s Cube” una roca en una zona rica en petroglifos taínos.
En LA CALLE Digital promovemos el arte, pero también la CONSERVACIÓN DEL AMBIENTE…