Por: Francisco “Paco” Aquino
Puerto Rico enfrenta uno de sus momentos más difíciles en su historia reciente. Por un lado, tenemos los remanentes del huracán y recientemente el terremoto que se mezcló con el virus de la muerte, COVID-19. Juntos han formado la tormenta perfecta.
Las agencias están a reventar de solicitudes servicios para «los cupones», «el desempleo» y «Hacienda» son de estos últimos dos de los que se escuchan más quejas de hecho es donde están concentrado los beneficios de la clase trabajadora.
Hay un plan de reapertura gradual para la economía, pero si el Departamento del Trabajo y el Departamento de Hacienda no resuelven sus situaciones con los sistemas y otros no habrá comercio que valga. Sin dinero no hay gasto. Eso es básico.
De un lado están los reintegros y por los famosos $1,200 que muchos esperamos. De hecho, se habla de una segunda vuelta de ayuda federal y no hemos visto los de primera ayuda. Vendrá otro paquete por lo que corregir esos errores ahora nos ayudará muchísimo.
Hacienda, una agencia que es extremadamente protocolar ha avanzado en mejorar sus servicios, pero de la misma manera le falta un gran trecho. Digitalizar servicios no ha sido sinónimo de automatizar servicios. Van de la mano, pero son diferentes.
Por otro lado, tenemos al Departamento del Trabajo que ha estado actualizando sus sistemas para mejorar los servicios. El factor aquí es que depende de unos servidores públicos que están comprometidos, pero a los cuales el sistema no les ayuda a flexibilizar su trabajo. Ni a ellos que trabajan y mucho menos al que solicita el servicio. Les falta lo mismo, automatizar parte de ese servicio. El problema de la compañía Evertec complicó todo y desbordó la paciencia de muchos.
Todos sufren en este proceso. Unos por querer ayudar, sí porque nadie puede decir que esos servidores públicos no tienen compromiso, valido su esfuerzo y su trabajo. Por el otro lado está el solicitante que tiene cultura de trabajo y no busca mantengo, aunque en este momento necesita la ayuda. Ahí es donde se pone la piña agria porque por un lado no tiene trabajo al menos al momento y por el otro el beneficio ya sea poco o mucho no le llega a la cuenta de banco. No hay billete (dinero) para comprar cosas básicas, comida y si no hay eso no habrá para gastar en otras cosas. Sin eso saldrá a buscarlo a la calle en vez de quedarse en la casa. Todo es un ciclo.
Las palabras «hay que tener paciencia» aunque representan una buena a intención no se identifican con la realidad. Hay necesidad como no se pasaba en mucho tiempo.
Las agencias tienen hasta este viernes para hacer su mejor esfuerzo. Si el dinero no fluye en las calles la ansiedad aumentará y la poca paciencia con mucha o poca razón también.
El talón de Aquiles se cura con billete. Pongan ese dinero a circular y todo mejorará. Para esto no hay que ser astrólogo.
Contento, al menos eso decían nuestros viejos antes. Los chavos pa’l viernes y como tarde el lunes.
Según cómo lo veo, la ficha de tranque está en el Departamento del Trabajo porque la ayuda es quincenal y muchos casos tienen beneficios retroactivos.
Hacienda debe abandonar esa herencia española que todo lo complica. Tenemos más restricciones que las que impone el propio Gobierno Federal para la ayuda.
Postdata
Al final todo está dicho en la foto. La ventaja de las cosas que fallan es que se pueden remediar. Hay tiempo, aunque sea poco.